Black Friday:
el poder de las emociones
El próximo 28 de noviembre se celebra el Black Friday o Viernes Negro. Excusa más que válida para compartir con todos vosotros, un extracto de «El Plan del Héroe», en el que se analiza esta fecha desde el punto de vista de los disparadores emocionales y el neuromarketing.
Y es que sin duda, estamos ante un evento capaz de desequilibrarnos a través de la emoción del miedo, moviéndonos a actuar como pocas otras emociones.
Y lo compartimos no sin antes avanzar que en nuestra tienda online, lo vamos a celebrar por todo lo alto.
Del 28 de noviembre al 1 de diciembre, todos nuestros productos tendrán un descuento especial de hasta el 30%.
Pero quizás lo más destacado, será la disponibilidad limitada de un nuevo pack muy fighter a un precio irrepetible.
Y para los fighters avanzados que lo estéis pensando, la respuesta es sí.
Esta entrada en el blog pretende ser un disparador de satisfacción, desequilibrio y alerta en toda regla.
Black Friday:
el poder de lo limitado
El llamado “Black Friday” o viernes negro, se celebra anualmente el día después de Acción de Gracias.
Una fecha apuntada en rojo en el calendario de muchos de nosotros, en el que comercios de todo el mundo aprovechan para lanzar increíbles ofertas y descuentos solo disponibles durante ese día.
No es raro ver el día anterior, largas colas frente a un BestBuy, un Mediamarkt, o un Apple Store, esperando que el reloj marque las doce de la noche, para irrumpir en la tienda, en busca del “chollo del siglo”.
Más aún cuando las ofertas no solo se limitan en el tiempo, sino además también, a un número muy reducido de unidades.
Estoy seguro de que, si existiera un aparato capaz de grabar la voz interior de todos los que esperan impacientes la llegada de este día, daríamos con una banda sonora que una y otra vez repite:
“¿De verdad te lo vas a perder? ¿De verdad te lo vas a perder?…”
No necesitamos más. Esta frase repicando en nuestras cabezas, es capaz de generar tal miedo y ansiedad, que nos mueve a la acción como pocas otras cosas.
En este caso, no es inseguridad lo que sentimos como consecuencia del miedo, sino más bien,
el ver dañado nuestro auto reconocimiento, al dejar pasar la “oportunidad” de tomar la decisión más que inteligente.
Es decir, comprar un producto a un precio increíble. Por supuesto, dejando en un segundo plano, si realmente lo necesitamos o no.
Recuerda que según la pirámide invertida de necesidades reales de El Plan del Héroe, lo que nos mueve no tiene por qué ser precisamente lo que “objetivamente” podríamos pensar como prioritario.