Las empresas necesitan estrategias ágiles
Una entrevista de Eva Sereno para el diario económico El Economista.
Emprendedor nato. Hace tres años, Daniel Vecino decidió salirse de sus iniciativas empresariales y comenzar un nuevo rumbo especializándose en estrategia ágil y neuromarketing.
Su día a día es luchar con profesionales y empresas de todo el mundo y diseñarles propuestas enfocadas de acuerdo a la estrategia que él mismo ha desarrollado y que explica en su libro «El Plan del Héroe».
A modo de juego, se va diseñando la estrategia a través de una batalla que libra sobre un tablero un héroe -la empresa o emprendedor- que tiene que salvar a un inocente -el cliente- de los villanos -la competencia directa e indirecta, la propia empresa, el propio cliente,…-.
Se trata de un recorrido en tres pasos que está dirigido a profesionales, empresas y emprendedores y en el que se recogen experiencias propias y que incluye ejemplos de compañías como Disney, Linkedin, Samsung, Apple o Toyota.
¿Qué es «The Hero Plan»?
Es una aventura gamificada y se debe leer en busca de una estrategia ganadora. Se trata de ayudar a cualquier persona, pyme o gran compañía ofreciéndoles un camino sistemático, guiado paso a paso, para diseñar esa estrategia ganadora.
Y todo ese camino siempre poniendo especial hincapié en hacerlo de manera ágil, eficiente y a través de lo que conocemos como la gamificación: la aplicación de las dinámicas de juego a procesos que no son de juego en sí mismos.
¿Cómo surgió la idea?
Todo esto surge porque, a lo largo de los proyectos en los que he participado tanto como emprendedor como en grandes compañías internacionales, era consciente de que, por un lado, el mundo ya no es lo que era y no podíamos seguir trabajando con las mismas herramientas que llevábamos empleando en los últimos 50 años.
Hacía falta una nueva visión que permitiera a profesionales, pymes o grandes empresas trabajar su estrategia de una manera mucho más ágil.
¿Por qué las herramientas que se han venido empleando ya no son útiles?
El problema es que en el sector profesional muchas personas están hoy en día con crisis existencial de qué hago con mi vida y áreas como las de coaching te guían, pero ninguna de ellas es capaz de ofrecerte un camino sistemático. En el sector empresarial lo que he observado es que el mundo hoy en día exige resultados aquí y ahora y cuanto más rápido, mejor.
Para eso no se pueden utilizar herramientas que están pensadas para tomar decisiones a muy largo plazo. Se necesita algo más ágil y más eficiente y que permita tanto trabajar una estrategia global, como una táctica para la batalla del día a día en forma de hoja de ruta.
Y, ¿cómo se diseña esa estrategia?
Seguimos un camino basado en tres pasos: objetivo, plan y acción.
En la fase de objetivo se trata de decidir quién eres tú, cómo es tu empresa, qué es lo que hace el héroe para conocerse a sí mismo, y saber quién es tu inocente a salvar y cuál es el peligro al que hay que enfrentarse, que serían las necesidades a satisfacer. Y así se introduce la metáfora de héroes y villanos en las que está basado todo el camino.
La fase de plan es como la de los héroes cuando piensan cómo atacar antes de luchar contra los villanos. Se trata de crear un plan que esté totalmente enfocado a las necesidades de ese cliente, que sea diferente a lo que nos podemos encontrar ahí fuera y que sea memorable.
La fase de acción pretende validar que todo lo que has hecho antes es cierto o no.
Siguiendo ese camino, lo que se pretende es maximizar las oportunidades de éxito porque todo el trabajo se diseña siguiendo lo que para mí son
Las tres claves de éxito de una propuesta ganadora: foco, foco, foco, diferente y memorable.
Habla de foco, foco, foco. ¿Por qué tanta insistencia en el foco?
El 95% de los errores empresariales es por la falta de foco. El foco es capaz de alinear tus propuestas y competencias con las necesidades reales del cliente y no hay que invertir ni un solo segundo en todo aquello que no esté destinado a eso.
Yo mismo he cometido errores empresariales por falta de foco y veo que hay empresas y emprendedores que tienen también esa falta. Es complicado mantener siempre el foco. La clave es siempre centrarse en las necesidades del cliente y conocerlo mejor que su madre y extraer no sus necesidades aparentes, sino aquellas de las que el propio cliente no es consciente.
¿Qué tipo de empresas pueden poner en práctica esta estrategia?
En general, cualquiera. Los planes de marketing o planes estratégicos tradicionales están muy orientados a tomar decisiones en base a un histórico de datos y lo puedes utilizar si tienes esos datos, pero en un emprendedor o en una startup difícilmente van a servir.
Mi obsesión era crear algo que fuera exactamente igual de útil para cualquiera. De hecho, durante dos años he validado que eso era así con personas que están en el paro y que no saben cómo reconducir su carrera, con emprendedores, pymes,… de cualquier sector y grandes compañías tanto dentro como fuera de España porque quería que fuera global.